Hace tiempo que estaba alejado de éstos lugares, no tengo ninguna excusa, no he estado deprimido, ni enojado, ni nada, sólo me dejé estar, pero he vuelto, y espero no desaparecer de nuevo. Gracias
Marce por recordarme que por lo menos alguien lee lo que escribo. Ja
No se si me pasa sólo a mi, pero cuando alguien te dice "...Necesito hablar contigo...", me asusto, me da un miedo increíble, es como el miedo que se siente cuando llega el profesor a la sala y dice que trae las notas de las pruebas o cuando nombraba a quienes iban a ser interrogados para una asignatura que no haz estudiado (ohh, parece que mis recuerdos que se relacionan con susto son sólo del colegio), siempre me paso muchos "rollos" pensando en qué será lo que me va a decir, y empiezo a pensar en las posibles respuestas a las probables preguntas que harán.
Hoy llegué a la Bridgestone Firestone (estoy haciendo mi memoria ahí) y encontré el ambiente raro, además del frío que sentí en los huesos por la temperatura a las 7:55 a.m., sentí ese mismo susto del que les conté recién, no entendí por qué, cuando entraba me di cuenta que no había nadie en la planta y que estaban todos reunidos en un lado, como esperando un concierto o una premiación, entonces me di cuenta que el susto era innecesario. Me acerqué saludando a mis amigos, a mi jefe mientras esperaba no sabía que cosa. De repente se sube el gerente de BFCH John Jenkins y empezó a hablar:
"Estimados trabajadores de Bridgestone Firestone Chile:
Los hemos convocado hoy para informarles acerca de la decisión de la junta directiva de nuestra compañía de C E R R A R la planta de neumáticos de Coquimbo, medida que se hará efectiva a fines de diciembre próximo.
Esta es una decisión muy dific....."
No podía creer lo que había escuchado, cerrar la planta, que onda, de inmediato casi con un poco de ironía busqué las cámaras para ver si salía Tinnelli para decir que era una joda o algo así, pero nada, me uní a la impresión de todos los trabajadores. Ya estaba esperando un desmayo, llantos (en masa, algunos ojos llorosos sí vi) alguna cosa, pero parece que aprovecharon de dar la noticia con el frío para que nadie dijera que quedó helado con ella.
Como les contaba, cuando dicen "quiero hablar contigo", al menos uno se prepara, pero esta vez la noticia fue sin anestesia, al hueso. Pero igual de todas las noticias terribles que te pueden decir, nunca me imaginé que me dirían que el lugar donde trabajo se va a cerrar, no va a existir, va a ser como una leyenda, como “Yo trabajé una vez en una empresa que fabricaba neumáticos que estaba por allá en tierras blancas.” No se imaginan lo triste que me siento, hoy en la planta nadie trabajó, los trabajadores que aún no están en edad de jubilar buscando pega, hoy parecía como un día de trabajo en la bolsa de comercio, todos hablando por celular, mandando currículos, los proyectos para la planta y programaciones hasta el año 2014 inconclusos y entre esos mi proyecto, que ahora se transforma en una idea sin fondo. Es como prepararte para dar una prueba y aunque te saques un 7 ya estás liquidado. Que pena por todos los que hoy no van a poder llegar a la casa con una sonrisa.
Y cómo decía al final de la intervención de Mr. Jenkis, “...Dios los bendiga a ustedes y a sus familias..
Gracias”
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No quería referirme al movimiento estudiantil que lleva un poco más de dos semanas ocupando las portadas de la prensa y creando conciencia para algunos y molestias para otros. Los motivos para mantener al margen en éste cuchitril de los acontecimientos que acostumbro siempre comentar son por varias razones de toda índole, se podría decir que son una amalgama de sentimientos encontrados, los que paso a comentar:
